Se arrastran y sacan la lengua, son ásperos y fríos, su expresión es siempre la misma y parecen dispuestos a meterte un bocado si te acercas demasiado. Sin duda, los reptiles y los anfibios son los animales que levantan menos simpatías. ¿Pero qué le vamos a hacer si uno de los imprescindibles de la vuelta al mundo era ver el dragón de Komodo? Desde los lagartos de tres metros hasta las lagartijas de un palmo pasando por culebras, ranas y sapos.