«Si vas a San Francisco asegúrate de llevar algunas flores en el pelo.

Si vas a San Francisco el verano será una celebración del amor»

Este famoso estribillo interpretado por Scott McKenzie dio comienzo al Verano del amor, una concentración de jóvenes melenudos que en 1967 convirtieron San Francisco en la capital de una nueva contracultura basada en la libertad y el pacifismo: el movimiento hippie. Este evento marcó definitivamente el carácter de una ciudad que aun hoy sigue siendo conocida por su liberalismo y progresismo. Nosotros llegamos sin flores, como mucho llevábamos alguna rama o hoja seca enredada después de pasar por el Parque Nacional de Yosemite, a apenas tres horas de aquí.

La calle Lombard, el Golden Gate o la cárcel de Alcatraz son algunos de sus muchos reclamos, pero nosotros tan solo disponíamos de tres días para descubrirlos ya que la fecha del siguiente vuelo empezaba a acercarse, así que planificamos un recorrido para aprovechar al máximo el tiempo y no dejarnos ninguno de los imprescindibles.

Golden Gate, San Francisco

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