El camino sigue y nunca se detiene. Casi sin darnos cuenta, llegamos al final de la segunda etapa de la vuelta al mundo y nos despedimos de América del Sur. Durante dos intensos meses hemos viajado a través de Perú, Bolivia, Argentina y Chile, visitando algunos de los rincones más espectaculares y emblemáticos del continente. Antes de decirle adiós, echamos la vista atrás para recordar lo que dieron de si esos días.
Etiqueta: Lima
La ruta por América del sur tocaba a su fin y por delante ya solo quedaba la última maratón de autobuses. En tres días recorrimos el camino que separa Santiago de Chile de Lima. A esas alturas pasarnos más de 20 horas en un bus ya no nos intimidaba lo más mínimo, incluso habíamos aprendido a descansar meneándonos de un lado a otro con los continuos traqueteos del coche. Sin embargo, estos últimos kilómetros estuvieron teñidos de cierta tristeza, pues sabíamos que ponían punto y final a una etapa. Había llegado el momento de cerrar el amplio círculo que habíamos trazado desde Perú hasta Iguazú, bajando por la costa atlántica hasta Ushuaia y luego hacia el norte hasta llegar, de nuevo, a Lima.
Al fin había llegado el momento de visitar Sudamérica. Este continente era nuevo para los dos y nos tenía expectantes y, porqué no decirlo, algo nerviosos. Aunque la cuestión lingüística y la afinidad cultural, de entrada, parecen quitarle bastante complicación al tramo, no por eso dejaba de producirnos ciertas dudas e inquietudes. Para compensarlas y, sobretodo, para exprimir al máximo los dos meses que habíamos pactado dedicarle a esta etapa, nos plantamos allí con un plan exhaustivo y detallado día a día. Evidentemente, 60 días no son nada para explorar un territorio tan grande y diverso como este, así que la ruta que teníamos preparada se ceñía exclusivamente a visitar «Los Imprescindibles». ¿Primera parada? Perú.