Penticton. Vida de Workaway

Antes de dirigirnos hacia Penticton nos avisaron repetidas veces: «Prepararos para el calor porque aquello es como estar en el desierto«. Nos mentalizamos para sudar la gota gorda bajo el sol y nos alegramos imaginando que, por fin, podríamos bañarnos en algún lago que no estuviera congelado, pero ¿sabéis qué paso? Sí, exacto. Llovió. Llovió mucho. De la mañana a la noche. E hizo frío. Además, Alexandra tropezó por unas escaleras y se dio un buen rodillazo contra el suelo. ¿Resultado? Rodilla hinchada y dos semanas cojeando. Una mala pasada aunque siendo positivos gracias a esto aprendimos que «cojear» en inglés se llama «limp«. Algo es algo. Pero bueno, afortunadamente teníamos listo un plan B por si sucedía algo semejante: las cuatro temporadas de Juego de Tronos. Seguir leyendo