Después de visitar el famoso signo de «Welcome to Fabulous Las Vegas«, tomamos la carretera 160 y nos fuimos hacia uno de los lugares más inhóspitos del país, el Parque Nacional de Death Valley. Este paraje es famoso por dos cosas: por ser el lugar donde se ha registrado la temperatura más altas del planeta, nada más y nada menos que 56,7ºC, y por ser el punto más bajo de los Estados Unidos con 85 metros por debajo del nivel del mar. Estas singularidades lo han convertido en una visita turística de primer orden y al cabo del año más de un millón de personas pasan por aquí. Pero antes de llegar aquí, nos pusimos en plan Iker Jiménez e investigamos un poco para dar con la base secreta más conocida de los Estados Unidos, el Área 51. Seguir leyendo