Península de Coromandel o ir Pa’llí pa’na’

Hot Water Beach en la península de Coromandel en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Tras dedicarle un par de días a Auckland, llega el momento de empezar el roadtrip por Nueva Zelanda. Por delante, 25 días de furgoneta y carretera para visitar los lugares más espectaculares e interesantes de las dos islas grandes. Le teníamos muchas ganas a esta etapa y, además, estábamos muy excitados ante la perspectiva de hacer nuestro primer viaje en campervan. Quizás un poco demasiado porque al final, con tanta emoción, la visita a la península de Coromandel no salió como la habíamos planeado. 

La vieja Toyota

Es curioso como recordando esta furgoneta (y a su prima azul que vino luego), nos descubrimos sintiendo cierto afecto por un montón de hierro. Es verdad que le costaba acelerar y que en las cuestas teníamos que orillarnos para evitar la ira de los conductores que nos seguían, es verdad que cuando soplaba el viento se sacudía como una vela y que su claxon era como el vergonzoso gallo de un adolescente, pero terminamos por cogerle mucho cariño. Al fin y al cabo, se convirtió en lo más parecido a un hogar que habíamos tenido en mucho tiempo.

La primera furgoneta que usamos en nuestro viaje por Nueva Zelanda

¡Os presentamos a la Vieja Toyota blanca!

Dejamos el hostel de Auckland y tomamos el autobús de vuelta al aeropuerto, fuimos al puesto de información turística y les pedimos si podían llamar a Lucky Rentals para que vinieran a recogernos. Esta empresa, que ofrece unos precios muy competitivos aunque su flota no es precisamente nueva, está en un polígono al que no se puede llegar en transporte público, así que ofrece el servicio de recogida desde la terminal de llegadas. En principio nos habían dicho por correo que el precio del shuttle era de 10 NZD por cabeza, pero a la hora de la verdad nadie nos pidió el dinero. Y vamos, nosotros tampoco se lo recordamos.

Hacía unos días, habíamos contactado con ellos para encargarnos de la relocation de una campervan Toyota. Las condiciones eran que ellos no nos cobraban el alquiler, pagaban el pasaje del ferry entre islas para el coche y para el conductor y nosotros, a cambio, teníamos que llevar el vehículo hasta Christchurch en 4 días.  A nuestra cuenta corría el seguro, el combustible (aunque podíamos devolverla con el depósito vacío) y el precio del billete del ferry para el acompañante. Para ajustarnos al plan que teníamos previsto, decidimos alquilarla por 2 días más, estos pagándolos al precio normal.

Con los chicos de Lucky acordamos que, cuando supiéramos el día y la hora en que saltaríamos de isla, les mandaríamos un correo y ellos ya se encargarían de reservarnos los pasajes. Rellenamos papeleo del seguro, comprobamos el estado del vehículo, nos enseñaron como utilizar la cocina, a montar y desmontar la cama y ¡listos para salir a la carretera! Bueno, listos, listos no, primero nos dimos una vuelta por el polígono para acostumbrarnos a las dimensiones de la furgoneta y a eso de conducir por el otro lado. Es complicado entrar a una rotonda por la izquierda cuando todos tus instintos te dicen que la estás liando.

Conduciendo de camino a la Península de Coromandel en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Antes de ir al aeropuerto pasamos por una tienda de electrónica en Queen Street y nos habíamos comprado un GPS Garmin por 120 NZD. El modelo venía con los mapas de Nueva Zelanda y Australia cargados de serie, así que haciendo cuentas vimos que nos salía más a cuenta comprarlo que pagar los 10 o 8 dólares diario que suele costar alquilarlo.

Una vez con el satélite marcando el destino, entramos a la carretera y ¡Empezamos el roadtrip!

Ruta desde Auckland hasta la Hot Water Beach en la Isla Norte, Nueva Zelanda

La península de Coromandel

Primera lección de este viaje: la tecnología raramente se equivoca, el error suele ser humano. Sobretodo si el humano decide ignorar el GPS y cree que puede orientarse a ojo por unas carreteras que desconoce mirando el perfil de la costa y comparándolo con el mapa. ¿Resultado? Algunos dirían que nos perdimos, Guillem, sigue (y seguirá) diciendo que nos llevó a ver un enclave poco frecuentado algo alejado de la ruta prevista. Según él, esos minutos que pasamos en la reserva marina de Te Whanganui a Hei fueron de lo más especial de esos días. No le hagáis ni caso: se perdió.

Guillem en el Tronco de pensar, después de haberse "desviado de forma improvisada"

Guillem en el Tronco de pensar después de haberse «desviado de forma improvisada»

Al final, desandamos la carretera y dimos con el desvío correcto hacia la Hot Water Beach. Esta playa era la razón principal por la cuál habíamos venido hasta Coromandel y conducido tres horas. Aquí viene la segunda lección del día: si hacéis alguna actividad en la que pueda interferir el movimiento de las mareas, haced el favor de mirar a que hora sube y a que hora baja antes de salir de casa y así os ahorraréis hacer el pardillo.

Hot Water Beach en la península de Coromandel en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Esta playa es famosa porque bajo su arena, a escasa profundidad, fluyen unas corrientes de aguas termales y si uno cava en la arena, puede crearse su propia piscina de agua calentita. Lo que no sabíamos era que la zona en cuestión queda cubierta por la marea alta, así que ¡enhorabuena genios! ¡Habéis venido hasta aquí para nada! En fin, ya sabemos eso de «mal de muchos consuelo de tontos», pero tampoco éramos los únicos que rondábamos por ahí metiendo el pie en todos los hoyos para comprobar la temperatura. Tomad nota para que no os pase lo mismo: el mejor momento para venir hasta aquí es durante la marea baja.

No hay agua caliente para nosotros en la Hot Water Beach en la península de Coromandel en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Pues nos hemos quedado sin piscina termal ¿Qué le vamos a hacer?

Ante tal chasco nos planteamos pasar allí la noche y regresar por la mañana a cavar nuestro agujero y, de paso, salvar un poco el orgullo. Eso es exactamente lo que hubiéramos hecho en cualquier otra ocasión, pero resulta que según el programa pactado al día siguiente tocaba visitar Hobbiton y, al parecer, retrasar esa visita no era negociable.

Atardecer camino al DOC de Whangamata en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Cayó la noche y llegó la hora de la última lección: antes de salir de casa, cargad todas las baterías que necesitéis. Fallo de novato, pero las prisas y la emoción nos habían podido. Para compensarlo esa noche nos tocó buscar un lugar donde pudiéramos conectarnos a la corriente. Por proximidad elegimos uno de los campings del Department of Conservation de Nueva Zelanda (los DOC) en el pueblo de Whangamata, algo más al sur siguiendo la carretera de la costa.  Costó un poco encontrarlo porque estaba en medio de la nada, pero resultó ser un lugar de lo más tranquilo junto a un bonito río. Claro, que eso lo descubrimos a la mañana siguiente cuando exploramos el lugar con luz.

Suficiente para un día, así que nos acurrucamos en nuestra nueva cama y ¡a soñar con los hobbits que La Comarca nos espera!

2 comentarios

  1. Viajar code: Verónica

    Vaya telaaaaaaaaaaaa xD que tienen lo chicos con los GPS??? porque no admiten el «perderse» y luego vienen cuando encima no quieren preguntar porque saben donde van xDD ais….
    Lástima lo de la marea…pero está claro que Hobbiton no es negociable XD

    • Guillem&Alexandra

      ¿Preguntar porque nos hemos perdido? Eso NUNCA ha pasado. Ni me he perdido ni he preguntado. Y en caso de haber tenido dudas de dónde estábamos exactamente, siempre he mandado a Alexandra a preguntar XDD

      Y si, lo de la marea fue una lástima, pero la ansia de irnos hacia Hobbiton me pudo más 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies