De paseo por Auckland

Sky Tower de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

La multicultural ciudad de Auckland fue el punto de partida de nuestro recorrido por las dos grandes islas que forman Nueva Zelanda. En el idioma de los nativos maorís se la conoce como Tamaki Makau Rau que significa «La doncella de los 100 amantes» y la verdad es que algún atractivo posee porque en ella vive más de un tercio de la población del país y tiene más habitantes que toda la Isla Sur. Estrenamos continente, país y, además, cerramos el triángulo polinesio que habíamos iniciado al visitar Hawái e Isla de Pascua.

¡Bienvenidos a la Tierra Media!

Aeropuerto Internacional de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Nada más poner un pie en la terminal del aeropuerto de Auckland nos encontramos cara a cara con el rostro ceñudo y solemne de un enano esculpido en piedra. ¿Acaso Air New Zealand tiene vuelos directos con Erebor? Por ahora parece improbable, pero es evidente que la identificación entre Nueva Zelanda y la Tierra Media ha alcanzado tal nivel que el arte de los enanos de la Montaña Solitaria sirve de carta de presentación del país. ¡Cuánto le deben estas islas a Peter Jackson y su trilogía cinematográfica!

Antes de irnos hacia la ciudad pasamos por el puesto de información turística del aeropuerto, una parada bastante recomendable ya que encontraréis folletos con cupones de descuentos, mapas e información sobre campings. Si os conviene, desde aquí podéis hacer llamadas gratuitas (dentro del país, no os penséis que os podéis cascar una conferencia con los de casa). El plan era dedicarle un par de días a la ciudad y luego volver al aeropuerto, donde se concentran las casas de alquiler de coche.

Primera toma de contacto con los precios del país: un billete de autobús sencillo para ir hasta la ciudad, unos 20 kilómetros, cuesta 16 dólares neozelandeses. Sabiendo que teníamos que regresar, compramos el de ida y vuelta por 32 NZD  cada uno. ¡Casi nada! Cuando abrimos la cartera, juraríamos que la vimos temblar y todo. ¡Menuda sacudida le íbamos a pegar al presupuesto! Buscando la opción más ajustada (que no significa barata), decidimos hospedarnos en el céntrico hostel Base X. Se trata de una muy buen opción, todo muy limpio y bien equipado, pero no nos terminó de gustar porque carece de ese encanto propio de los hostels de backpackers. Fue aquí donde aprendimos que en muchos de los alojamientos neozelandeses nos tocaría pagar la conexión a Internet a parte, aquí eran 4NZD al día.

Entrada al Queen Wharf en Auckland, Isla Norte, Nueva Zelanda

Las verjas rojas señalan la entrada al Queens Wharf

Queríamos minimizar los gastos, así que decidimos que la actividad del día sería pasear. Recorrimos la concurrida Queen Street hasta llegar al muelle de Queens Wharf y al paseo marítimo de Britomart. Allí, atraídos por la música que sonaba por los altavoces, entramos al muelle, pasamos frente a las taquillas de los ferries donde se pueden comprar los pasajes a la Isla de Rangitoto, y nos encontramos con una hilera de casetas rodeadas por una multitud. El olor a «gratis» flotaba en el ambiente. Resultó que la ciudad se preparaba para acoger una prueba de triathlon y para promocionarla habían montado una feria donde repartían perritos calientes, botellas de agua, bebidas isotónicas, algodón de azúcar, camisetas de deporte y gafas de sol a todo el que se acercara. No hizo falta cruzar palabra, como dos jubilados acechando en un piscolabis gratuito, fuimos de una caseta a otra amasando todo cuanto se puso a nuestro alcance. ¡Además había wifi abierto! ¡Alegría, alegría que no todo es caro en Nueva Zelanda!

Puerto de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Sonrisa de triunfo también conocida como la sonrisa de «me ha salido gratis»

En medio de nuestra orgía de gorroneo, empezó a lloviznar. Estábamos bastante animados, así que ignoramos las primeras gotas de aviso y seguimos paseando por el frontal del puerto hasta llegar al Fish Market. En algún lugar habíamos leído que era una parada interesante, y quizás lo sea a primera hora con la subasta, pero la verdad es que nosotros no le vimos ninguna gracia.

El Mercado del pescado de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Edificio del Fish Market

El Mercado del pescado de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Pues eso, gambas. Frescas y de distintos tipos, pero nada realmente impactante

Cada vez llovía con más ganas y corriendo de porche en porche y de toldo en toldo, alcanzamos a refugiarnos en la entrada del Museo marítimo. Pensamos que podría ser una buena opción para pasar la tarde a cobijo, pero tras preguntarle a la recepcionista cuáles eran las piezas más destacadas, decidimos que los 17 NZD de la entrada eran excesivos por el poco interés que nos generaban. Pero oye, si os gustan las regatas o sois seguidores de la Copa América, este es vuestro museo. Una curiosidad relacionada con los barcos: a Auckland se la llama «la ciudad de las velas» por la gran cantidad de embarcaciones que hay en sus muelles, nada más ni nada menos que una por cada 3 hogares.

Sky Tower vista desde el puerto de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

De vuelta al hostel contemplamos la destacada figura de la Sky Tower. Este observatorio y torre de telecomunicaciones es el edificio más emblemático y reconocible del skyline de Auckland y, para orgullo de los locales, con sus 328 metros es la estructura construido por el hombre más alta del hemisferio sur.

Sky Tower de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Viendo que la lluvia iba a más, nos retiramos hacia el hostel y dimos la breve jornada de turisteo por acabada.

Visita al museo y al monte Eden

Contra todo pronóstico el día siguiente arrancó con un sol radiante y sin rastro de la lluvia. ¡Teníamos que aprovecharlo! Desayunamos y nos fuimos hasta la plaza al pie de la Sky Tower, a un minuto del hostel. Desde allí abajo se ve que la torre es alta, pero como suele ocurrirnos con estos edificios, la vista en contrapicado no consiguió impresionarnos. Está claro que la percepción de la altura cambia radicalmente si uno decide pagar los 28 NZD que cuesta la entrada hasta la plataforma o, aún mejor, si decide hacer el paseo por la barandilla exterior conocido como Skywalk o el SkyJump. Como siempre, la impresión es una cuestión de perspectiva.

Sky Tower de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Nos apetecía más quedarnos cerca del suelo, así que nos fuimos hacia el apacible Albert Park donde nos encontramos con el rodaje de una película. ¡Qué suerte la nuestra! Habíamos dado con una gran producción! ¡Ni más ni menos que la última y esperadísima película de los Power Rangers! Inolvidable icono pop de los niños de los 90 que, al parecer, se resiste a desaparecer. Una lástima no haber visto ninguna de sus piruetas, pero los observamos a hurtadillas y descubrimos que nos han estado engañando desde nuestra infancia. Si alguna vez tuviste un pensamiento impuro al contemplar las ceñidas mallas de las Power Ranger rosa y amarillo, mucho nos duele informarte que cuando se ponen el casco son  substituidas automáticamente por un señor asiático. Si algún día sentiste lujuria por Kimberly, que sepas que en realidad le estabas mirando el culo al señor Yong.

Descanso para los Power Rangers en Auckland, Isla Norte, Nueva Zelanda

Ahí vemos al Power Ranger rosa y al verde en un descanso. El rojo estaba agazapado fumando un cigarro, pero cuando vio la cámara hizo un salto ninja y desapareció

Cruzamos el parque y empezamos a seguir las señales amarillas que marcan el recorrido del sendero Coast-to-Coast walkway. Este camino, de unos 16 kilómetros de largo, enlaza los dos lados de la costa de la ciudad y permite ir, en unas 4 horas, de la costa del océano Pacífico hasta el mar de Tasmania. Si queréis ver todo el recorrido, aquí os dejamos el mapa.

Siguiendo el Coast-to-Coast Walkway de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Hicimos una parte mínima del recorrido, porque nos detuvimos al llegar al Auckland Domain, el parque más antiguo de la ciudad. Situado en el centro del distrito de Grafton, es un lugar verde relleno de remansos tranquilos que invita a pasear con la calma, hacer un picnic o a echar una pachanga con los amigos. Dentro de sus límites hay varios jardines, invernaderos, lagos y pistas deportivas, pero, sin embargo,  su principal reclamo y destino de nuestra caminata, es Auckland War Memorial Museum. La entrada sencilla cuesta 25 NZD y 45 si se quiere ver el espectáculo de cultura maorí. Nos llamaba mucho el show, pero el precio estaba a punto de echarnos hacia atrás cuando la amable taquillera se apiadó de nosotros y nos ofreció las entradas a precio de residente neozelandés, 30 NZD. ¡Para adentro a culturizarnos!

Edificio del Auckland War Memorial Museum, Nueva Zelanda

Empezamos con el espectáculo. Con un toque de humor, un grupo de tres chicos y dos chicas repasaron algunas de las expresiones culturales más famosas de este pueblo polinesio, entre ellas las haka, las famosas danzas de guerra. También cantaron algunas canciones, demostraron el uso de varias armas nativas e hicieron distintos bailes. Fue bastante más corto de lo que el precio anticipaba porque no duró ni siquiera 30 minutos, pero estuvo bastante bien.

Muestra de arte maorí en el Museo de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Demostración del uso de una wahaika, básicamente una cacharra para descalabrar

Muestra de arte maorí en el Museo de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Ellas, más pacíficas, hicieron un baile con las poi, las típicas pelotitas atadas que usan algunas hippies para bailar en los festivales

Alex haciendo migas con los maorís en el Museo de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Al empezar con las salas entramos en ese estado obnubilado en el que siempre nos sumergen los museos y durante los cuáles perdemos la noción del tiempo. De las máscaras maorís, saltamos a los animales disecados, de allí a los terrarios repletos de lagartos y arañas peludas, de las maquetas de tiburones al simulador de terremotos y de las trincheras de la Primera Guerra Mundial hasta… hasta que un guarda nos dijo que ya era hora de que nos tocara un poco el sol y que fuéramos a casa. ¡Se nos habían hecho las 5 de la tarde!

Muestra de arte maorí en el Museo de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Tiburón en el Museo de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Era más tarde de lo que pensábamos, pero continuamos paseando, reenganchamos el Coast-to-Coast Walkaway y, con toda la tranquilidad, nos fuimos hasta la cima del Mount Eden.  Esta colina es uno de los 50 volcanes que rodean la ciudad y es, además, el punto más alto del istmo de Auckland, lo que la convierte en un excelente lugar para contemplar la zona y con vistas al downtown.

Vistas de Auckland desde el Mount Eden en la Isla Norte, Nueva Zelanda

El mirador se encuentra justo en el borde del cráter del volcán

Vista de Auckland desde el Monte Eden en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Desde aquí arriba comprobamos que realmente estábamos muuuuy lejos de casa…

Muy lejos de casa, en el Monte Eden de Auckland en la Isla Norte, Nueva Zelanda

En el Mount Eden en la Isla Norte, Nueva Zelanda

Con esta visión panorámica terminamos el día y regresamos al hostel para prepararnos. Al día siguiente empezaríamos el roadtrip por Nueva Zelanda ¡De vuelta a la carretera! ¡A ver cómo nos va esto de conducir por la izquierda!

4 comentarios

  1. Viajar code: Verónica

    Es obvio que con solo esa entrada al país, a mi ya me han ganado, no? xD

    Peeeeeero lo que me ha matado es lo de los Power Rangers…¡Pero aun la hacen??? OMG!!! xDDDDD
    De piedra me he quedado jajajaja

    Buena entrada! ^_^ pal cajón de los futuros!

    • Guillem&Alexandra

      Ya te puedes imaginar la cara de Guillem cuando, nada más llegar, se encuentra con el enano de (cartón-)piedra. Lo bueno es que de camino ya había visto la última de el Hobbit en la pantallita del avión y había aterrizado escuchando la banda sonora de El Señor de los Anillos para ir caldeando el ambiente. ¡Y el vídeo de seguridad de Air New Zealand también es a prueba de freaks!

      Y si, todavía no entendemos como puede ser que los Power Rangers sigan vivos…

  2. Carolina

    Hola guillem!!! Soc la carol la filla d tatieta merce del Jordi, i avui heu sortit al diari reus mes i he vist la vostra pagina i he començat a seguir-vos sabia d la vostra aventura pero no q anaveu relatan.
    Sort i esta genial!!

    • Guillem&Alexandra

      Hola Carolina! Moltes gràcies! Com esteu tots per allà? Doncs si, quan vam marxar cap a Canadà vam començar amb aquest bloc per tenir a família i amics «al dia» de les nostres passes. Ara ja no està tan actualitzat, però és que aquest viatge dóna per a molt! Una abraçada ben forta i records a la família!

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