Es la hora de vivir el sueño

Cuesta hacerse a la idea de que, por fin, nuestro viaje alrededor del mundo ha empezado. Llevamos tanto tiempo esperando y acariciando en nuestra imaginación este momento que, ahora que ha llegado, nos sigue pareciendo tan irreal como ese primer día en que, como quien no quiere la cosa, Alexandra preguntó “¿Por qué no damos la vuelta al mundo?”. Una inocente pregunta que ha marcado el rumbo de nuestras vidas para siempre.

Vistas sobre Vancouver

Fue una mañana de noviembre en que embobados ante un mapamundi comentábamos todos aquellos lugares que querríamos visitar: “Me encantaría ver los moais de la isla de Pascua” o “¿No te gustaría ver la estepa de Mongolia?”. La lista era tan larga y las posibilidades de encontrar tiempo para todo nos parecieron tan difíciles que la vuelta al mundo se planteó como la solución lógica y natural. No podíamos ignorar estos deseos, teníamos que ponernos manos a la obra para hacerlos realidad porque si no pasarían los años y no tardaríamos en vernos envueltos en una vida que apenas nos dejaría 15 días para viajar en verano. Y eso nos sabía a poco.

Echando la vista atrás, vemos que hemos tardado bastante más de lo que creíamos, pero ni os imagináis la de cosas que han pasado de por medio. A finales del 2010, cuando lo planteamos por primera vez, nuestra relación apenas había empezado y ahora, cuatro años después ¡Estamos casados! Por aquél entonces tampoco sabíamos que pasaríamos varios meses viajando y trabajando por Canadá, pero así es la vida ¿no? siempre llena de sorpresas. Pero a pesar de todo, por muchas cosas inesperadas que hayan sucedido, este proyecto compartido ha sido siempre la constante que nos ha mantenido firmes en una dirección.

Long Beach - Vancouver Island

Han pasado tan solo cinco días desde que nos despedimos de los nuestros y nos fuimos con la mochila a cuestas. Apenas nos hemos deshecho del jet lag traicionero que nos desvela a las cuatro de la madrugada y seguimos sin hacernos a la idea de que lo único que tenemos que hacer es dejarnos llevar hasta todos aquellos rincones del mundo que tanto deseamos ver. El trabajo ya está hecho, ahora toca disfrutar del camino.

Pero resulta que es más sencillo imaginar que asimilar la realidad. Durante mucho tiempo “la vuelta al mundo” ha sido un concepto futurible, algo intangible moldeado y esculpido en nuestra imaginación a base de planificación, documentación y ahorro. Mucho trabajo para algo que solo existía en nuestra mente. Pero ha llegado el momento de materializar esa idea, de convertir en vivencias todas esas líneas trazadas sobre un mapa. Poco a poco todas las piezas van a encajar, como si de un rompecabezas se tratara, para formar algo real y permitirnos, al fin, contemplar esa imagen completa que durante tanto tiempo ha permanecido oculta. Aquello que apenas podíamos imaginar como fogonazos de una imaginación excitada será, finalmente, nuestra realidad.

Pero por muchas vueltas que le demos al tema y por mucha paja literaria que escribamos, nos sigue pareciendo algo que no va con nosotros, algo irreal. Parece un sueño.

Vancouver Island

Quizás esta sea la primera lección que nos ofrece el viaje: los Sueños no se solidifican para convertirse en la Realidad, no bajan de su pedestal para convertirse en lo mundano, sino que son una emoción que se sobrepone al resto. Son como una pátina brillante que recubre de una emoción especial los actos más sencillos y prácticos. Son la felicidad del anhelo cumplido, la seguridad y la satisfacción que da ser capaz de alcanzar un objetivo que parecía imposible. Son un velo, un filtro a través del cual observar la vida diaria y que hace que las experiencias y los sentimientos sean más profundos y sentidos.

Pero los sueños no se cumplen con solo chasquear los dedos ni se llega a ellos con un flashforward con un fundido a rosa con música de violines. Detrás de todo esto ha habido mucho esfuerzo y dedicación, compromiso y fuerza de voluntad.

Hojas de otoño

Volvemos a la carretera dejando muchas cosas atrás, con todas nuestras posesiones cuidadosamente seleccionadas y empaquetadas como solo podría hacerlo un maestro del Tetris. Llevamos las botas bien calzadas y tenemos los ánimos por las nubes. Nuestro periplo empezará por allí donde lo dejamos en el viaje anterior, por los Estados Unidos. Si la última vez estuvimos por la costa este, ahora es el turno de la costa oeste. Los Ángeles, el Grand Canyon, San Francisco y Las Vegas nos esperan en un road trip que durará algo más de medio mes. Después de esto volaremos hacia Lima y empezaremos la segunda etapa que nos llevará a recorrer Sud América. Luego vendrá Nueva Zelanda, Australia, Indonesia, sur este asiático… ¡y quién sabe qué otros lugares!

No podemos asegurar dónde nos llevará el camino, a quién conoceremos, ni cuál será nuestro próximo horizonte. Solo sabemos que ante nosotros se extiende el mundo y que los únicos límites serán los que nosotros nos impongamos. Vagaremos sin rumbo, pero nunca andaremos perdidos.

Os dejamos aquí la «Canción de viaje«, un pequeño poema de J.R.R. Tolkien, de quien también hemos tomado prestado el subtítulo del blog.

“The Road goes ever on and on

down from the door where it began.

Now far ahead the Road has gone,

and I must follow, if I can.

Pursuing it with eager feet,

until it joins some larger way

where many paths and errands meet.

And wither then? I cannot say”

5 comentarios

  1. anna

    M’heu posat els pèls de punta de l’emoció, quin plaer tombar sense rumb fix!
    I més que en gaudireu per l’esforç que hi heu posat 🙂

    • Guillem&Alexandra

      Oh Anna, gràcies! Ànims que a tu ja et queda poquet per començar! Quin dia marxes? Igual ens podem trobar pel camí 🙂

  2. Ori

    Hay! Os leo y me entran las cosquillas locas, pero bueno si vosotros habéis empezado a pensarlo en 2010 me siento mejor sabiendo que nosotros llevamos dos años en la espera. Ya estáis por Asia y es brutal veros disfrutar del viaje. Nos hacéis la espera más divertida.
    Un saludo de patata.
    Ori

    • Guillem&Alexandra

      ¡Ori! Es una alegría saber que nuestros pasos pueden servir para inspirar a otros viajeros. ¡Qué raro es eso de vernos al otro lado de la barrera! Disfrutad mucho de la espera y de los preparativos previos, porque son una parte esencial del viaje. Hasta que no estuvimos en la carretera no tomamos conciencia de lo bonitas que habían sido todas esas horas leyendo blogs y buscando destinos ¿Cuál es vuestro plan viajero? Si necesitáis cualquier cosa no dudéis en contactarnos porque os ayudaremos con placer. Un saludo desde el sueño 🙂

      • Guillem&Alexandra

        Por cierto, me gustan mucho vuestras recomendaciones cinéfilas 😉

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